«vos su rostro: mas vosotros obstinados le velastes el rostro, no quisiendo le ver. velastes le, no para que no conosciesse el vuestra malicia: mas para que no vos aprouechasse su gracia. E no fue marauilla que no pudiessedes çufrir la vista del rostro del eterno Dios y biuo, a quien tan maliciosamente ofendistes: pues ya en figura de aquesto vuestros antecessores no podian tollerar la vista del rostro de Moyses,»