«vosotros para siempre jamas: pues vino el que todo el mundo desseo que viniesse y vosotros le renegastes: vino, y lleno de misericordia le plugo enseñar vos su rostro: mas vosotros obstinados le velastes el rostro, no quisiendo le ver. velastes le, no para que no conosciesse el vuestra malicia: mas para que no vos aprouechasse su gracia. E no fue marauilla que no pudiessedes çufrir la vista del rostro del»