«con·la verdadera luz del conoscimiento de·la humanidad del fijo de Dios, jamas les cumple tener esperança de poder ver su rostro. El qual desseando ver el glorioso Dauid dezia. Demuestra nos señor tu rostro, y luego seremos saluos. y Salamon en sus Canticos, demuestra me señor tu rostro, y resuene tu voz en mis oydos, ca por cierto tu voz es muy dulçe: y muy fermoso tu rostro. y»