«se que razon podran assignar a tan crassa y temeraria ignorancia los señores obispos, que admeten tan sin temor de·la diuina justicia, tan grosseros ministros para tan excellente y arduo misterio: los quales sin legitimo examen son recebidos para ser sin letras ministros de aquel que a su voluntad creo los cielos y tierra, y todo lo que en·ellos habita. E por que no ofendamos mas los oydos de·»