«reuerencia en·las yglesias y nuestro dios y señor: tienen por mayor pecado, ofender la majestad del cabello y de su concierto, que la del cuerpo precioso de Jesuchristo nuestro señor. Pues si a·las mujeres boluemos, no hay que dezir. no hay ya ninguna de qualquier condicion que sea, que no trayga el rostro apostemado de afeytes, las cejas y los ojos alcohollados, açicaladas tales de soliman y otras cosas»