«sea por algun caso digno de maldezir. Assi como fue aqueste maldito Cayphas blasfemo: por hauer impuesto a su creador la blasfemia. Podiera muy bien responder·le nuestro maestro y redemptor. tu eres el que blasfemas: mas no quiso por nuestro enxemplo, que por su boca purissima saliesse palabra ninguna que sintiesse blasfemia. De·lo qual tenemos muy linda y marauillosa doctrina en·la epistola del bienauenturado Judas apostol, en·la»