«a nuestros proximos. y porĀ·ende nunca por nuestra boca deue salir palabra de blasfemia, o de maldiccion contra nadi: ahun que sea por algun caso digno de maldezir. Assi como fue aqueste maldito Cayphas blasfemo: por hauer impuesto a su creador la blasfemia. Podiera muy bien responderĀ·le nuestro maestro y redemptor. tu eres el que blasfemas: mas no quiso por nuestro enxemplo, que por su boca purissima saliesse palabra»