«trahido delante Cayphas aquel tan cruel juez, en peligro de muerte, nunca desmamparo la verdad: ante con mucha constancia confesso con muy sobirana templança el ser fijo de dios verdadero: assi nosotros por ser verdaderos jmitadores suyos y sieruos: por ningun temporal peligro, deuemos desmamparar la verdad: mas perseuerar muy constantes hasta la muerte. E deuemos ser tan jnmunes y puros de toda blasfemia, que a enxemplo de Cristo nunca la»