«houiste verguença de interrogar. O peruertido de justicia: primero das la sentencia: y empues pides consejo. primero le condemnas por blasfemador: despues pides el parescer de·los otros: no como quien duda: mas como quien determina: presumiendo tanto de tu saber, y del poderio tan absoluto, que en juzgar el pueblo tenias, que nadi contradiria a·lo que tu tan afecionadamente determinauas. O quanto se platica aquesto en·los juyzios de»