«tan enorme pecado imposaua el scelerado y sacrilego pontifice al glorioso Jesu, diziendo. Blasfemado ha. queriendo dezir: pues veys que aqueste siendo puro hombre y muy pobre: se atribueƧe lo que es propio de Dios: ya no es necessario buscar contra el mas testigos. Ahe vosotros mesmos ahora de su mesma boca le oystes dezir la blasfemia. Dezi me ahora que os parece? O peruersidad engaƱosa. O principe miserable y maldito.»