«sintio el piadoso señor, quando aquel su tan amado discipulo: el qual se hauia ofrecido tan abiuadamente entrar en·la carcel y morir por el: tan desconocidamente le renego. Y lo que peor era, por espanto de vna flaca muger. y por·ende no sin causa muy razonable se pinta de continuo el gallo entre las armas de·la passion sacratissima de nuestro señor Jesu: por memoria del dolor tan sobrado»