«Jesu el rostro, puso los ojos en Pedro: y en·esse punto canto el gallo. y recordando·se Pedro de·las palabras que el glorioso redemptor y maestro le hauia dicho: que antes que el gallo dos vezes cantasse, le negaria tres vezes: salio de palacio y muy amarga y cruelmente lloro su pecado. Aqueste mirar que hizo el glorioso Jesu a Pedro, quiso Augustino que fuesse spiritual y diuino: boluiendo·»