«como saliesse por la puerta, vio le otra siruienta del soberano pontifice: y dixo·le: y tu con Jesu estauas? y otra vez nego con juramento que nunca hauia conoscido tal hombre. A poco rato torno a entrar Pedro, y los que estauan ende con·el, le dixieron: verdaderamente tu de aquellos eres ca tu lengua lo manifiesta de cierto. Entonces començo de maldezir·se y jurar que jamas hauia conoscido»