«por lo qual muchas vezes por justos merescimientos sentimos muy irada la mano diuina. No desmamparando por tanto nosotros el sagrado euangelio: Pedro y Juan seguian a su redemptor y maestro de lexos: los quales comoquier que luego en·el principio huyeron por el sobrado temor con·los otros apostoles: despues porque mucho mas que los otros le amauan, boluieron por le seguir. e por·quanto Juan era conoscido en casa»