«y con quan poco amor dexaste al que los tan altos y celestes misterios te reuelo, dormiendo en·la cena. O seruidores ingratos: con que razon venistes delante la madre: hauiendo perdido su fijo? o Madalena fija, y donde es ahora la vida del que dio la vida a tu hermano? donde es aquel, de quien es Dios el padre. de quien me truxo Gabriel tan alta embaxada? O muerte cruel,»