«puesto que el merescimiento de tu justedad me quisiesse esforçar: la pena de tu innocencia nunca dara lugar al reposo: pues pierdes tu vida sin causa: y a mi queda la mia por pena. O Pedro, y donde es ahora tu fe? donde son ahora aquellos ofrecimientos tan esforçados, con los quales ahun que todos tus compañeros le desmamparassen, braueauas de morir con·el y por el? O quan poco tardaste»