«lagrimas: venimos sin vida, mas no venimos por ella: venimos no por buscar nuestra salud, mas por que no perdamos la tuya. Ya comiençan señora bendita de herir tu alma sagrada los cuchillos crueles, que Symeon te començo de aguzar en·el templo. ya hallaras virgen bendita tu fijo precioso en manos de·los leones hambrientos. ya señora le trahen preso y atado. O tristes nosotros: y donde fallaremos conuerto? donde»