«nuestra tristeza. ciertos somos que nuestro gesto juzga lo que trahemos: mas no consiente el dolor manifestar lo que dezir te queremos: venimos ante ti sin caudillo, mas no venimos sin lagrimas: venimos sin vida, mas no venimos por ella: venimos no por buscar nuestra salud, mas por que no perdamos la tuya. Ya comiençan señora bendita de herir tu alma sagrada los cuchillos crueles, que Symeon te començo de aguzar»