«entonces los benignos apostoles: o que sospiros y vozes crueles deuian echar: quando assi derramados y huerphanos temiendo y temblando hayan sin saber donde? Los quales como despues por gran interuallo, por diuersos caminos allegassen cabe la posada donde staua la clementissima siempre virgen y madre nuestra señora, la qual siempre estaua llena de temerosa sospecha de·la salud de su tan dulce fijo vnigenito: recelando ver con su dolorosa embaxada»