«te podian perder? Mas pudo en ti la malicia, por la reprehension de tus vicios: que la memoria virtuosa de tan esclarescidos milagros y beneficios. Llora pues, o pueblo dampnado y cruel: si por tu confusion, y por nuestra salud plugo al eterno Jesu ser atado por ti: porque sintiesses tu por ello el dolor de su ira: y nosotros el dulçor de su caridad: la qual nos anuda con·el,»