«iniquos judios prendido tan tumultuosamente y vituperosa el fijo de Dios eterno: como digno de muerte, le ataron luego aquellas dulces y muy delicadas manos: de·las quales si no les cegara malicia deuian esperar absolucion y remedio: pues eran venidas, para desnudar y soltar quanto el pecado y la muerte con·el infierno hauian anudado y atado. Lo que fue figurado en Sampson, el qual atado por Dalida, fue entregado»