«manos de tus enemigos malditos, te plugo por nuestro remedio ser detenido y atado: desata señor los nudos de nuestros peccados: y con las cuerdas de tus mandamientos marauillosos, pon de tal suerte en·el lio de tu caridad mi pensamiento continuo: que nunca jamas las fuerças del alma y del cuerpo se desaten para desobedescer tu gloriosa y sancta doctrina: pues con·el padre y con·el Spiritu santo biues»