«de·los caualleros, y de·los ministros de·los principes y phariseos? Donde esta aquel tan espantoso terror de sus armas? Vna sola voz del que dixo yo soy: sin cuchillo: abasto a destruyr tanta muchedumbre de gente espantosa y cruel. porque estaua Dios escondido en·la carne. Pues si aquesto pudo hazer el que hauia de ser juzgado: que sera lo que podra hazer quando seran todos juzgados por el?»