«paz, fue muy pacifico. Por·ende, o alma christiana: si desseas çufrir con paciencia qualquier infortunio, verguença y injuria: pon los ojos y el pensamiento en aquel que por pagar nuestras culpas, siendo tan generalmente maltratado de todos, perdonando de buena gana le plugo morir por nosotros: y estimando te por indigna de besar la boca dulcissima de tu redemptor y maestro: a·la qual tan atreuidamente oso llegar aquel malauenturado»