«quien le vendia. Onde dize Ambrosio: grandes son, o piadoso Jhesu las señales de tu piedad. y muy grande la disciplina de tu virtud: que ahun manifestando el consejo de·la traycion: no negaste el dulçor de tu pasciencia: porque supiessemos perdonar nuestros perseguidores: y siguiendo tu milagrosa doctrina ante corregir·los que aborreçer·los: como lo reza el glorioso Dauid: con los que aborrecieron la paz, fue muy pacifico. Por·»