«nosotros, no dexaste con aquella boca melliflua y diuina, con·la qual jnstituiste la vianda y refeccion de nuestra salud: de dezir·le: amigo a que veniste? por enseñar·le que ahun que en sus reprouadas obras y pensamiento, el fuesse enemigo: tu señor clementissimo con tu caridad excessiua para le perdonar si se arrepintiera, le quedauas amigo. Contemple pues con deuocion qualquier deuoto christiano, y haya verguença, que de cada»