«de damnacion: como podiste pensar de vender a tu dios: hauiendo te otorgado en·los cielos y tierra poderio de absoluer y ligar: y con desesperado proposito te plugo ante ser condemnado, que poder absoluer? Dexaste de ser escogido, por ser eternalmente dampnado: dexaste de ser señor, por ser sieruo: quesiste mas morir en infierno, que biuir en·el cielo? O misericordioso Jesu, quan dulces y llenas de piedad fueron siempre»