«ordenador de su muerte. no negar el nombre de amigo: al que tan vil y minimo precio le tenia vendido. Y siendo cordero jnnocente, no denego el beso al lobo hambriento, que le robaua la vida. O juyzio diuino. O paciencia llena de piedad. Marauilla fue que no descendieron los angeles irados del cielo, para vedar tan pozoƱoso ayuntamiento de boca tan hedionda como la de Judas. Marauilla fue que pudo»