«quando vendiendo su redemptor y maestro, librando symoniaticamente los beneficios ecclesiasticos, los sacramentos, las penitencias, las dispensaciones: pueden dezir como Judas: quanto me queres dar, y entregar vos lo he? O quantos hay, como escriue Beda, que reprehenden y maldizen a Judas: por hauer tan despiadadamente vendido su dios y maestro: los quales, o testigando falsamente, o juzgando iniquamente: negando lo verdadero, venden a Dios por pecunia, sabiendo que el solo»