«mas prouechosa: dexaste de pedir precio cierto por el: y esperando d·ellos mayor gualardon, les dixiste: quanto me quereys dar, y yo os lo porne en·las manos. O si no te cegara tan desenfrenada cobdicia. Con quan doblado prouecho le pudieras vender a su madre, la qual sabias que sin el no podiera viuir. Por·que al tiempo de tan reprouado concepto no trahias a·la memoria aquel amor»