«de·los otros. te llamo por tu antiguo nombre Symon, y no Pedro, pues te faltaua el verdadero recuerdo de tu señor.§ Deuemos ahun contemplar con muy grande atencion, que la oracion es remedio muy salutifero para la temptacion. y por aquesta razon boluiendo de orar les dixo: velad y orad, porque no entreys en temptacion. No dixo porque no seays temptados: porque impossible es que no seamos temptados, como dize»