«morir: mas la carne con·el temor de·la passion esta muy doliente. Por·ende en aquella agonia en·la qual el amor diuino en·el coraçon de nuestro maestro Jesu, vincio el humano temor: derramando·se su sangre preciosa, por todo su glorioso cuerpo: se comouia muy obediente y aparejada para salir: forçada de·la muy esforçada fuerça de amor: señalando no poder esperar el tiempo de·la passion para»