«con todos los sagrados misterios d·ella, segun dize la glosa, acostumbraua el buen Jesu de yr a aquel lugar de noche por causa de orar: y aquesto por ser el tal tiempo quieto y tranquillo, y oportuno para contemplar y orar. Mas adelante deue ser la oracion solitaria, porque este el pensamiento quito de toda turbacion, lo qual nos enseño marauillosamente nuestro maestro Jesu, en aquello que reza el sagrado»