«los ojos de qualquier christiano catholico a lloros y piadad, considerando quan pobre quiso nascer nuestro dios y seƱor, que no tuuo en todo el mundo casa propia donde nasciesse. O misericordioso Jehsu y quan descuydadamente dixe que no tuuiste casa, pues mucho mas es de doler y marauillar si pensamos, que allende que no la tuuieras propia, ni ahun la tuuiste alquilada: y lo que sin lagrimas pensar no se»