«gloria de su marauillosa resurreccion, y allende de aquesto la muy alegre embaxada del Spiritu sancto aconsolador: el qual les enseñaria el camino llano y sin yerro de·la verdad prometiendo les que con·el conoscimiento de todas las lenguas, por diuino misterio diuulgarian por todo el mundo los tesoros escondidos de su sagrada passion, ennobleciendo y auctorizando con diuersidad de milagros la salud de·la ley euangelica. E puso principio»