«aquel a quien plugo a·la diuina bondad, los sintiesse por obra del Spiritu sancto, estando reclinado en sus pechos. Por·ende siendo fuera ya de·la sala donde hauian cenado, el maldito scelerado de Judas, para tratar con·los pontifices y phariseos, del precio de·la vendicion de nuestro redemptor y maestro: començo el piadoso señor con palabras llenas de fuego de caridad muy transcendente, manifestar a·los onze discipulos»