«al que con·los ojos mentales quisiere leer el sagrado euangelio. E porque entonces les manifesto el buen pastor y maestro, los mas altos secretos de su caridad entrañable: no era razon se escriuiessen tan profundas y diuinas doctrinas por otro discipulo ni secretario: saluo por aquel a quien plugo a·la diuina bondad, los sintiesse por obra del Spiritu sancto, estando reclinado en sus pechos. Por·ende siendo fuera ya»