«dios nuestro y señor: y conozcamos en·el nuestras vozes: y las vozes d·el en nosotros. Aquestas pues son las marauillas, de·las quales sola la yglesia catholica se puede gozar, y dezir con Daniel, marauillas y grandes señales ha fecho nuestro dios y señor en mi: las quales ahun la natura angelica no abasta dignamente alabar, porque solamente son en·la yglesia: fuera de·la qual no hay lugar»