«con ellos, nuestras obras lo manifiestan: tanto que si ellos no son para nos corregir: mucho menos somos nosotros para recebir d·ellos la correccion: tales somos ya todos, que por sola diuina misericordia viuimos: contagiosos somos todos y llenos de todo pecado. O si conociessen ellos que han de dar razon de·los pecados de sus ouejas. y nosotros de·la poca obediencia que les tenemos. Temblariamos, como reza Crisostomo,»