«dar la casa, o el campo por ellas: de·donde se sigue que no tienen los hombres cosa que menos estimen que sus mesmas personas y almas. E por·ende dixo muy bien el buen cordoues. Nuestros seriamos: si aquestas tales cosas nuestras no fuessen. Por tanto quien dessea tener segura su vida y su alma, alexe de si estos beneficios y dones llenos de xabon y de visco: en·los»