«Entrando pues en·la ciudad de Jerusalem el esclarescido rey y señor con tan crescido triumpho y honor: apeo se a·la puerta del templo. por nos enseñar forma de obseruancia y religion como escriue Ludolpho. la qual deue qualquiere buen christiano seguir. a·saber es que dondequiere que vamos, o en qualquier obra que començemos: deue ser lo primero llegar a·la yglesia. y empues de hauer nos encomendado con»