«no conoscieron el tiempo de su visitacion: no quisiendo seguir el verdadero cordero y messias prometido en·la ley, ni su sancta predicacion: antes le persiguieron maliciosamente y iniqua hasta la muerte de·la cruz vergonçosa. Lloro pues el buen Jhesu, fuente habundantissima de toda misericordia: por manifestar el dulçor de su infinita bondad: y por nos enseñar con su lloro, quanto deuen llorar los peccadores, quando assi lloraua el que»