«tiempo: los quales alegrando se tan solamente de sus dignidades y prelaciones, para sus ociosidades y auaricias: y para ser reputados por ellas, oluidan de llorar sus dissoluciones: y las necessidades de sus pueblos y ouejas. y sobre aquestos lloraua el buen Jhesu, porque no conoscen en tan altos estados el tiempo de su visitacion. Lloro ahun mas el piadoso maestro, el perdimiento de aquella ciudad, con lagrimas de compassion: por»