«que las almas de sus amigos: y ahun lo que peor es las suyas encomendan para regir, a quien no encomendarian para vender un buey, o algun asno. Con todo respuso el buen señor por Maria, defendiendo·la como solia. Por·que soys ahora tan pesados en·la reprehension de aquesta mujer? por·que murmurays sin causa legitima? dexad la, no reprendays obra tan piadosa y deuota como hizo comigo: ca»