«quales con gran examinacion y consejo, encomendo a sant Pedro. lo que pueden para su enseñança tomar los hombres, que las almas de sus amigos: y ahun lo que peor es las suyas encomendan para regir, a quien no encomendarian para vender un buey, o algun asno. Con todo respuso el buen señor por Maria, defendiendo·la como solia. Por·que soys ahora tan pesados en·la reprehension de aquesta mujer?»