«nos a conoscer quan poco cuydado tenia de·lo temporal: aquel que su pecunia encomendaua al cobdicioso y ladron. No hizo assi en·las llaues de·la yglesia y del cielo: las quales con gran examinacion y consejo, encomendo a sant Pedro. lo que pueden para su enseñança tomar los hombres, que las almas de sus amigos: y ahun lo que peor es las suyas encomendan para regir, a quien no»