«ca no es bueno, quien los malos no sabe çufrir. La segunda, porque con aquella libertad, le quitasse su tan grande y desenfrenada cobdicia. La tercera por enseñar nos que a·los menores se deuen encomendar las cosas que son temporales: y las spirituales a·los mayores. La quarta por dar nos a conoscer quan poco cuydado tenia de·lo temporal: aquel que su pecunia encomendaua al cobdicioso y ladron. No»