«vnguento en seruicio de Dios. O quantos que visitan mas a menudo las archas que el choro. O si fuesse tiempo de poder·lo dezir sin peligro: o si se pudiesse castigar sin escandalo: no gastarian por cierto los perros el pan de·los pobres que mueren de hambre, ni los falcones las haziendas de·las yglesias y de·los ospitales: ni vestirian los truhanes lo que de razon deuria cobrir»