«dineros a tu redemptor y maestro: ca siguiendo tu dañado costumbre, siendo dispensero del rey de·los reyes: quisieras tiranizar la dezena parte de·lo que le era offrecido. O sacrilego famoso: o arpia de insaciable rapina: siempre dende aquella hora adelante cogito de continuo, el despiadado maldito, de·donde pudiera cobrar la decima de·los trezientos dineros que valia el vnguento: de·la qual por el acto de Maria se»