«a Jesu, como a fuente de misericordia, que llaua nuestras manzillas, con aquel preciosissimo vnguento: el qual piadosamente derramo por la cabeça, y los pies al saluador de humana natura: hinchiendo toda la casa de odor preciosissimo. por enseñar nos que de·las cosas que tenemos por mas preciosas y mas estimadas: deuemos ofreçer a Dios la mejor parte, y mas singular: y vngir con·las obras de caridad la cabeça»